De la importancia del tono vagal en salud
Disminución del tono vagal y patologías.
Muchos estudios científicos han demostrado que las personas diabéticas, hipertensas, asmáticas o las que padecen de enfermedades inflamatorias o dolores crónicos así como de cáncer, presentan un
disfuncionamiento del sistema nervioso parasimpático - materializado por una
disminución significativa del tono parasimpático.
Independientemente de los problemas médicos, también se ha encontrado la misma disminución del tono vagal parasimpático en personas estresadas o que presentan un nivel de ansiedad crónica, una ansiedad generalizada, crisis de pánico o un estado de estrés post traumático.
Diferentes mecanismos desencadenantes están involucrados: al nivel del corazón fenómenos de regulación reflejo entre la frecuencia cardiaca, la respiración y la tensión arterial así como mecanismos neurobiológicos del cerebro relacionados con el estrés y las emociones, son, hoy en día cada vez mejor conocidos.
Cómo aumentar el tono parasimpático
El control respiratorio representa una manera sencilla y accesible a todos de actuar sobre el tono parasimpático.
Un entrenamiento regular al control respiratorio - respiración lenta, amplia y regular- permite optimizar el sistema reflejo (también denominado en términos médicos barra reflejo) que
vincula la frecuencia cardiaca, la respiración y la tensión arterial.
En nuestros grandes vasos (aorta, carótida), tenemos receptores que miden la tensión arterial y que, en caso de disminución o aumento de esta, provocan una aceleración o una disminución de la frecuencia cardiaca por medio del sistema nervioso autónomo.
Es un fenómeno fisiológico regulador que se puede optimizar por medio de una respiración con frecuencia de 6 ciclos respiratorio por minutos (cpm) precisamente, o sea un ciclo completo de inspiración y expiración cada 10 segundos (4,5 segundos de inspiración y 5,5 de expiración).
Esta respiración lenta, regular y guiada, que se sitúa alrededor de 6 ciclos respiratorios por minutos, pone en resonancia las variaciones de la respiración (altas frecuencias) con las variaciones de la actividad del barro reflejo (bajas frecuencias).
Este estado de resonancia es denominado coherencia cardiaca.
Varios estudios clínicos han demostrado que une respiración a 6 ciclos respiratorios por minutos fortalece el tono vagal y, así optimiza la flexibilidad del sistema nervioso autónomo.